¡Ay
Blanquita, qué suerte encontrarte! Llamé pero no estaba segura que estuvieras,
¿estás bien vos? Ah, medio engripada, con razón, por eso estás en tu casa,
claro, escuchame una cosa querida, ¿viste el mail ese que me mandaste, el del
valor de la amistad, con esas imágenes divinas… ubicás cuál? Es tan lindo, tan
emocionante, ¿te digo? Me hizo mucho bien, encierran unas verdades, unas cosas
tan bellas, que hacen tanto bien, te reconfortan el alma, y vos solés madar
esos power tan divinos que a mí me encantan, en serio, son una caricia… ¡Cora!
Disculpame Blanquita, un segundo… ¡Cora! ¿Pasó algo? Tengo una muchacha nueva,
no sé de dónde las saca Esteban pero trae cada cosa a la casa, esperáme un
poquito, no cuelgues. ¿Qué pasó Corita? Estás tirando cosas querida, me poné
nerviosa verte así, alcanzame las pastillas, no me mirés así, sabés donde
están, traeme dos Corita. Gracias querida. Sí, Blanca, disculpame, pero tengo
que estar atenta con esta chica… ahí viene, pobrecita, me trae agua, es buena,
tiene voluntad, decir que es tan bruta, pero se educa, de a poco se les enseña.
Gracias Corita, ¿qué pasa corazón? ¿Nada? Bueno, andá entonces, estoy hablando
por teléfono Cora, no te quedés acá… ¡Cora! Las azules, las pastillitas azules,
me trajiste las otras, poné atención, esforzáte corazón. Tomá, llevate estas y
alcanzame las otras… ¡no te las tomes, dejalas en el frasco, ¡no las tomés
Cora! Perdoná Blanca, pero los primeros tiempos son terribles, tengo que estar
en todo, ahí vuelve, parece que tuviera piedras en las piernas, se mueve a 2
por hora, pero bueno, se mueve por lo menos. Gracias Corita, andá ahora, ¡andá
Cora! Es terrible, hay que explicarles todo, más duras que una mascota son.
¿Vos sabés lo que pasó el otro día? La vi que andaba nerviosa, no sé bien lo que
me explicó porque habla raro, no se le entiende mucho, pero lo que sí, estaba
muy alterada, entonces le di una pastilla, que fuerte como es, no le hizo nada,
entonces le di otra… ¡para qué! Quedó como drogada, le patinaba la lengua, se
chocaba los muebles, la tuve que mandar a acostar. Y no sé si no le agarró el
vicio, a veces me parece que me faltan pastillas, que el blister baja mucho,
pero bueno, parece voluntariosa, y lo que son las cosas, ¿eh? Con esta muchacha
en vez de esconder las joyas, tengo que andar controlando que no me saque
pastillas, ¿es gracioso, no? Pero bueno, no quiero hacerte perder tiempo, te
llamé por el tema del mail ese tan hermoso, no lo puedo encontrar, ¿me lo
volverías a mandar? Porque me crucé con Nélida, y la vi tan mal, tan
desmejorada, sintiéndose tan sola, que yo pensé, necesita ese power, lo
necesita. Y quise enviárselo pero no lo pude encontrar, ¿te molestaría mandármelo
de nuevo? No sé, sobre la amistad, ese que tiene una rosa al comienzo, que se
riega, ¿recordás cuál es? A mí me parece que le haría mucho bien, es justo para
ella que está en un momento de esos, mirá si andará mal que está gordísima, sí, rellenita, siempre fue rellenita, pero ahora está gorda, yo creo que está muy mal pobrecita. Sí, gracias, ¡sos un sol Blanquita! Mandámelo
que yo se lo reenvío. Y que te mejores querida, cuidate, probá con anís, es
bueno el licorcito ese para el resfriado, probá querida… ¡Cora! Perdoná, te dejo Blanquita, después me contás como
seguís ¡Te tomaste las pastillas Cora! ¿Qué hacés tirada en el piso? Qué
difícil, por dios, así no se puede…
una santa !! educa al populacho y ayuda a sus amigas ricas con tristeza !!
ResponderEliminarf
¡Sí! La conocí en una cena, es la mujer de un científico... ¡divina! Me pareció encantadora, ¿no?
EliminarPero Efe...¡Sos vos! ¡Sos vos y tus mails!
Besos!!!