viernes, 16 de marzo de 2012

Bajo prescripción médica


                Fui al médico, no me vas a creer lo que pasó pero créeme. Sí, es normal ir al médico, ya sé, pero eso no es lo que iba contarte… ¿vos estás media tarada, no? Si tenés apuro andá, te llamo más tarde, pero no me contestes cualquier cosa. Entonces bajá un cambio, no puedo estar hablándote y que me pares para decirme que eso es normal, ¡escuchame antes! Es más, ubicáte querida, ¿desde cuándo no me pasa algo normal? ¿Eh? Si te digo algo, es porque no me volví del todo loca y puedo darme cuenta que es algo raro, no perdí la noción de lo que significa normal. La tengo, no la vivo, pero sé lo qué significa. Y lo del médico no es normal. El tipo sí, bah, qué sé yo, ningún médico es normal, ¿viste que cada uno tiene lo suyo? Esos que te hacen esperar 3 horas y cuando pasás no te piden disculpas por la demora me rompen reverendamente las pelotas, y no me vas a decir que eso es normal, está naturalizado, pero no es una actitud de persona normal. O los típicos tarados que te explican lo que tenés como para que salgas sin entender si lo tuyo es una simple gripe o un tumor en la garganta, esos son intratables. Y ahora con lo de las notebook, están los que mientras te revisan miran la pantalla, escriben, y no sabés si están trabajando con lo tuyo o chateando con un compañero del secundario… ningún médico es normal. Pero bueno, yo fui a éste tipo, que me lo habían recomendado, que es clínico, y le conté que ando con dolor de estómago, que me siento débil, cansada… y me revisó dos segundos y de toque me preguntó si no estaría embarazada. ¡Embarazada yo! Y se lo dije así, casi furiosa se lo mandé. Pero él, muy tranquilo, me preguntó por qué estaba tan segura, todo mientras yo seguía recostada en la camilla y él muy orondo de pie, viéndome desde arriba. Porque estoy separada, por eso, le dije yo. Y ahí el señor se volvió a su escritorio, como quien tiene el diagnóstico Housse, y se quedó callado, esperando que me levante y vaya a escuchar la sentencia. Te digo que medio me asusté, fue tan contundente la manera en que se fue, que yo pensé por ahí es algo terminal, no hace falta ni que me revise, está todo dicho. Y mientras me acomodaba la remera pensaba qué cagada, yo que creí que era un simple dolor de estómago. Pero me senté, lo miré, y muy serio, muy profesional, me preguntó hace cuánto que estaba separada. Casi dos años, ¿por qué? El por qué fue casi tartamudeando, ponete en mi lugar: te van a  tirar un diagnóstico, parece algo grave, lo asocian a tu ex marido, evidentemente buscan algún familiar que pueda acompañarte en tus últimos días de vida, ¿o no? Bueno, no. El chabón volvió a preguntarme por el embarazo. ¡Tal cuál: el segundo milagro divino, el Jesús del siglo XXI! Pero no podía decirle eso, quedaba mal, traté de ser lo más fina posible. ¡Al pedo! Él mismo me tiró la posta, ¿vos sabés lo que dijo? No, te juro que no me vas a creer. ¡Que tenía que coger me dijo! Que tener relaciones hace mucho bien, que no tiene nada ver con el estar en pareja, que soy joven, que es saludable, necesario llegó a decir… ¡el médico! ¿Entendés? ¿Sabés lo qué es que un médico te mande a culiar? Te digo que estuve a un paso de pedirle una prescripción, un papelito para mostrarle al hippie del orto: la paciente necesita de su gentil miembro, es aconsejable que se lo ponga hasta acalambrarla. Pero no me animé, me iba al carajo si se lo pedía, no me dio.

6 comentarios:

  1. Que lo pario , lo que es el adelanto de la medicina , sus diagnosticos son zaetas , jajaja.trata de conseguir la receta ....seria bueno .

    ResponderEliminar
  2. no era tan malo el médico, si se dio cuenta tan rápido de cuál era el mal . . ..

    ResponderEliminar
  3. o el médico era muy bueno o el cuadro era muy claro.
    f

    ResponderEliminar
  4. hay que publicar la dirección de ese medico, conozco unas cuantas con esa enfermedad;o mejor darles la receta.Grande Mara, muy bueno.Clau.

    ResponderEliminar
  5. ¡Muchas gracias! Es un médico inventado, pero sería genial que existiera... para él, que se llenaría de plata, ¡y para las mil y una pacientes que irían a pedir su receta! (no sería mi caso, obvio que no...)

    ResponderEliminar
  6. No se xq tu aclaración

    ResponderEliminar